Juana: la tutora perfecta

Con mis compañeros en clase, hemos definido las cualidades ideales que debe tener una tutora, en este caso, Juana.

De primeras debe ser una persona amable, así será más accesible para las personas. También es importante la creatividad, a la hora de la resolución de conflictos o la búsqueda de motivación de sus alumnos, que Juana sea creativa a va a ayudar mucho. Por supuesto, debe ser responsable y saber admitir una equivocación, eso otorga confianza. Que sea comprensiva influye también en la confianza de sus alumnos, si tienen miedo a su reacción, no se podrán comunicar bien con ella. La empatía también juega un papel muy importante en Juana, debe poder ponerse en el lugar de los demás y, cómo no, es una persona observadora que puede detectar problemas no verbalizados. Saber defender sus ideas sin pisar las de los demás es básico. Debe ser, también, resolutiva y poder solucionar problemas rápidamente. Si es sabia y curiosa, se interesará por la gente, sus sentimientos y tendrá los conocimientos para intervenir en caso de ser necesario. De nuevo, sale a la luz la importancia de la confianza, de modo que Juana debe ser cercana.

Juana es una persona aun poco utópica, pero no es totalmente irrealizable que una persona sea así. De hecho, como tutores, debemos poder acercarnos a los alumnos, siempre manteniendo la posición de profesor y alumno, ganarnos su confianza y ayudarles a resolver sus problemas. Debemos servir de apoyo.