Acoso y ciberbullying

Soy la tutora de una clase de 2º de la ESO. Trabajo en un instituto y mis alumnos han venido de otros colegios a cursar la ESO. En mi clase hay cinco alumnos que vienen del mismo centro, es decir, se conocen desde antes, y cuatro de ellos son muy amigos y están muy unidos. El quinto alumno es diferente a ellos porque tiene otros gustos que ellos consideran como “frikis”. Al entrar en 1º de la ESO, este quinto alumno tiene la oportunidad de conseguir los amigos que en el colegio no tenía. Sin embargo, los otros 4 han convencido a toda la clase de que es un “friki” y que es mejor no juntarse con él. En la otra clase, tiene un amigo que es como él, ambos están “juntos en la soledad”. Durante las clases hay continuados desprecios hacia él así como burlas y solo desea que se acaben las clases para volver a casa y estar tranquilo. Un día llega a casa y resulta que alguien ha abierto una cuenta de Instagram con fotos de él y su amigo en el colegio riéndose de ambos.

Como tutora conozco la situación, e intento hablar con el alumno acosado, pero no quiere hablar conmigo. Su amigo, en cambio, sí que lo hace y me cuenta lo de la cuenta de Instagram, me explica que sabe quiénes han sido pero que mi alumno no quiere decir nada por miedo a represalias. Mi primera medida es denunciar la cuenta, pero creo que si hablo en clase en alto, lo único que voy a hacer es conseguir más represalias hacia el alumno acosado.

Decido pues, hablar directamente con las familias de los alumnos acosadores, estas no sabían lo que hacían sus hijos y se sienten muy avergonzadas. Me piden que les mantenga informados y me indican que se asegurarán que sus hijos no se volverán a comportar de la misma manera. No sé qué hacen las familias en sus casas o qué les dicen, el caso es que el alumno acosado deja de serlo, ahora está rechazado, pero todo cambia cuando, como profesora de música, les propongo que me hablen sobre sus gustos musicales y la clase se da cuenta que tiene gustos similares a algunos de ellos y se interesan por hablar con él.

Desgraciadamente, es una situación que puede ocurrir perfectamente dentro y fuera de un aula y, probablemente, no tenga una solución tan fácil, pero yo he querido señalar algunas medidas que se podrían tomar.